Quirónsalud
Blog de la Dra. Fernández Letamendi. Geriatría. Hospital Quirónsalud Zaragoza
En el manejo de la hipertensión (HTA) en el mayor, al igual que en los adultos mas jóvenes, son fundamentales las modificaciones del estilo de vida ya que sin ellas va a ser muy difícil optimizar el tratamiento farmacológico, e incluso es posible que éste fracase. Además, en los estadios mas leves, se puede conseguir sólo con ellas que se regulen las cifras de tensión arterial, al menos temporalmente, sin necesidad de tomar medicación.
Pasamos a detallarlas:
Una de las situaciones que más conflictos puede generar ante el alta de un paciente mayor es la que se da cuando ese paciente entra autónomo para sus actividades de vida diaria, o con cierto grado leve de dependencia, y cuando el médico plantea el alta hospitalaria a la familia se provoca un tsunami de emociones, empezando por la ansiedad de cómo organizarnos porque vemos que necesitan ayuda importante.
FACTORES DE RIESGO PARA INMOVILIDAD DE LOS PACIENTES ADULTOS MAYORES.
Es fundamental ir educando a la sociedad (incluido el estamento sanitario, que cada vez va siendo mas consciente de su importancia) en la movilidad precoz del paciente mayor. Un antiguo jefe del Servicio donde hice la especialidad, decía que "un día de cama para un adulto mayor, es el equivalente a un mes para uno joven". Este ejemplo tan gráfico nos ayuda a ponernos en situación y ser más conscientes de lo grave que puede ser inmovilizarlos. Eso no quiere decir que tengamos que ir en contra del criterio médico, porque en determinadas circunstancias está claro que debe guardarse reposo, pero en cuanto se esté en condiciones de empezar a sedestar e incluso deambular con ayuda, debe hacerse.
Determinadas circunstancias pueden ser factores de riesgo asociados a esta inmovilidad:
¿QUÉ TENEMOS QUE PLANTEARNOS EN CUANTO INGRESA UN FAMILIAR MAYOR EN EL HOSPITAL?
Y con esto incluimos las visitas a Urgencias y por supuesto las cirugías programadas. Mi consejo como Geriatra, es que os pongáis siempre en el peor de los escenarios: ¿es seguro que al alta esté sólo/a en casa sin ayuda o teniendo cómo cuidador/a otra persona mayor? ¿podrá ayudarle si se encuentra mal y lo/a tiene que acostar? ¿serán capaces de avisarnos si pasa algo? ¿serán capaces de dar la medicación correctamente desde el principio?¿está la casa preparada? (si se dispone de plato de ducha para que pueda entrar solo/a, si existen ayudas técnicas como andador o silla de ruedas, alzador de WC….etc, etc…). Cualquier respuesta dudosa ante estas circunstancias expuestas debe hacernos plantear opciones de supervisión y/o ayuda suficientes preparadas para el alta.
Lo ideal siempre es que el paciente pueda volver a su núcleo familiar donde pueda recibir ayuda de familiares y/o cuidadores que puedan física y cognitivamente hacerlo correctamente. Pero en ocasiones o la propia evolución de la enfermedad o la situación de fragilidad previa, condicionan que al alta se establezca una carga de cuidados alta, con un proceso de recuperación funcional prolongado o no viable que nos haga plantearnos la opción de estancia en un centro residencial, o bien temporal (hasta organizarnos o habilitar el domicilio ) o definitiva.
¿Cuándo es el momento de plantearse estas distintas opciones? Pues desde el mismo momento del ingreso hay que situarse en los distintos escenarios posibles, y analizar con el equipo médico que lleve al paciente la situación sociofamiliar, para que pueda orientaros en las distintas opciones y que podáis encontrar la mejor para vosotros. En el caso de las cirugías programadas debe plantearse ya antes del ingreso. Cualquier proceso quirúrgico mayor va a llevar implícito un periodo de recuperación de semanas, y en los adultos mayores
El 61% de los nuevos casos de cáncer se da en personas con más de 65 años por lo que claramente el cáncer es una enfermedad asociada al envejecimiento. El aumento de la esperanza de vida en las últimas décadas es un indicador positivo del nivel de desarrollo de la población, pero también lleva implícito un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Por ello, existe consenso internacional científico, avalado por las sociedades científicas de Oncología internacionales y nacionales, en que los pacientes mayores (especialmente a partir de los 70 años) , se van a beneficiar de la Valoración Geriátrica integral previa al inicio del tratamiento oncológico.
¿Qué ventajas contrastadas son éstas?:
Realizar una VGI (Valoracion Geriatrica Integral) de l@s pacientes permite facilitar la toma de decisiones de manera conjunta y multidisciplinar, lo que, a veces, incluso modifica de forma significativa el plan terapéutico e identifica de forma precoz síndromes geriátricos, al ponderar el grado de fragilidad de las pacientes.
Este grado de fragilidad se clasificará según Balducci en:
¿Qué necesita saber el geriatra del paciente?
Sabemos, por estudios, que la desnutrición es 3 veces más frecuente en personas mayores de 70 años que en los adultos de menor edad. Este riesgo, lógicamente, variará en función de los problemas de salud asociados o del ámbito de población que se analice (institucionalizada en centros residenciales, hospitalizada o que viva en la comunidad). Es un problema real, que cada vez va a ser mayor por el envejecimiento de la población. Hay varios factores asociados al envejecimiento (como los problemas de masticación, deglución, digestivos…) o más de orden psicosocial (dificultades para hacer la compra y cocinar, soledad, depresión…) que explican que, cerca del 35% de la población mayor que vive en casa, esté en riesgo nutricional y que un 7% esté ya desnutrido.
La desnutrición se asocia a un mayor riesgo de mortalidad, mayores tasas de infección, aumento del número de caídas y fracturas, pérdida de masa muscular con mayor riesgo de deterioro funcional y dependencia, mala cicatrización de heridas o úlceras, estancias hospitalarias mas largas y agravamiento de las enfermedades agudas y/o crónicas subyacentes. Por lo tanto, supone un riesgo y un deterioro general de la calidad de vida y por eso es tan importante activar mecanismos para su prevención y detección precoz.
Recomendaciones sobre dieta saludable para una persona mayor:
Otros mitos sobre la nutrición en el anciano que hay que desterrar:
El síndrome de sobrecarga del cuidador, o "del cuidador quemado", como también se le conoce, es un estado de agotamiento físico, emocional y mental que padecen las personas responsables de cuidar a un ser querido a largo plazo, y se detecta con muchísima frecuencia en las consultas de Geriatría cuando se valora a pacientes con deterioro cognitivo (demencia).
En la mayoría de los casos, el rol de cuidador recae en un familiar, muchas veces el cónyuge o hijos. A la sobrecarga física y continua de cuidar a un paciente que, cada vez, va a necesitar más supervisión y, que progresivamente, se va a ir haciendo mas dependiente, se une una mezcla de sentimientos (enfado, frustración, negación, tristeza, ansiedad…..) y un duelo ambivalente (la persona esta físicamente, pero ya no es ella psíquicamente) que es el cóctel perfecto para padecerlo.
Este síndrome representa un riesgo potencial para la salud del cuidador, que puede desembocar en un cuadro ansioso depresivo severo, y afectar a la atención que éste proporciona a su ser querido. Conocer la enfermedad y sus manifestaciones, contar con ayuda, romper el aislamiento y trabajar el autocuidado (conversar con amigos y familiares, alimentación saludable, ejercicio y técnicas de relajación....) nos ayudará a evitarlo. Por ello es muy importante detectarlo precozmente. Un Geriatra será el especialista que podrá ayudarte, no solo aconsejándote sobre como relacionarte con tu familiar con demencia, si no detectando sí, como cuidador principal, padeces este síndrome.
¿Cuando podemos sospecharlo?
En muchas ocasiones se nos refiere por parte del cuidador que lo que primero que aparece es la sensación de sentirse sobrepasado, de no llegar a hacer todo lo que tienen que hacer. A este sentimiento se pueden asociar:
Si aparecen uno o varios de los síntomas referidos, lo recomendable es acudir a un especialista para ser valorad@ y poder poner las medidas para minimizarlo y tratarlo a tiempo.
En el blog de la Dra. Fernández Letamendi, queremos acercar el mundo de la Geriatría a nuestros mayores y sus familiares, presentando una especialidad que, hasta no hace mucho tiempo, era desconocida para la mayoría de la población y que cada vez esta tomando más protagonismo, debido al envejecimiento progresivo y a la mayor esperanza de vida de la población.
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